Francisca vuela lejos pero mantiene los pies en la tierra. Disfruta de los paseos en el parque con su familia, le gusta bailar, dibujar y ver películas de acción como cualquier niña de su edad, pero también, tiene esa madurez que caracteriza a quien ha vivido mucho. Y tiene bien claro lo que quiere.

Esta simpatiquísima niña de energía envidiable y cachetes pecosos nació en Suecia, y a los 2 días de nacida tuvo su primera experiencia con las cámaras. Fue elegida entre todos los bebés de la clínica donde nació para salir en un afiche del Ministerio de Salud sobre cuidados del recién nacido. Años después, luego de vivir en España, Bolivia y Argentina, se mudó a Perú, país donde nació su mamá, para empezar lo que tanto quería: su carrera como actriz.

En solo 2 años Francisca ha participado en las series más sintonizadas de la televisión local. Como si fuera poco, ha protagonizado la película Margarita —que llevó al cine a más de medio millón de espectadores— y ha sido parte del elenco de Cebiche de tiburón y El gran criollo, filmes que aún no se han estrenado.

¿Es verdad que cuando eras chiquita le hablabas a todo el que pasaba por tu costado?
Yo, de verdad desde muy niña era una chiquivieja. Saludaba a todos, hablaba con todos. Era muy divertida y alegre y lo sigo siendo, pero he aprendido a tener cuidado pues hablar con desconocidos puede ser peligroso… Pero sí, no puedo parar de hablar, tú me tienes que cortar.

¿Nunca te dio vergüenza?
No. ¡Yo no tengo vergüenza de nada! Me gusta mucho bromear. Soy muy feliz.

Ni bien iniciamos la entrevista, nos interrumpe una adolescente: “¿Eres Francisca Aronsson? ¿Puedo tomarme una foto contigo?”, le dice. Francisca sonríe aún más. ¡Claro que sí!, le responde.

¿Qué sientes cuando pasa esto?
Se siente muy bonito porque la gente reconoce tu trabajo y le gusta. Son bien cariñosos conmigo. Me quieren un montón y yo también los quiero un montón.

Eso es lo bonito de ser famosa… pero, ¿qué es lo que no te gusta tanto?
A veces, estoy comiendo con mi familia y me piden una foto. No les puedo decir que no, porque van a decir ¡Ay que antipática esta niña! Y no es eso. Quiero que la gente entienda que es porque estoy pasando momentos con mis padres y mi hermano… Pero igual siempre les digo que sí.

Dices que siempre has querido ser actriz, pero ¿hubo alguna serie o película que viste, algo que te llamó la atención y despertó en ti las ganas de actuar?
Cuando estaba en Bolivia empecé a ver Al Fondo hay Sitio. La serie me emocionaba y me hacía reír un montón. Entonces, yo me preguntaba, ¿cómo hacen estos actores para hacer reír a la gente? ¡Yo quiero meterme en esto de la actuación!

¿Eso es lo que más te gusta, hacer reír a la gente?
La verdad es que una actriz debe ser completa. Debe hacer reír, hacer llorar, emocionar a las personas, eso es lo que me gusta. También, me gusta interpretar diferentes personajes. De buena, de malula… es divertido.

¿Cuando veías AFHS imaginabas que alguna vez saldrías en la serie?
Yo decía que quería salir en la serie, pero mi mamá decía: “¡Ay esta chiquivieja, Dios mío! ¿Cuándo va a parar?” Pero yo le hablaba en serio…

¿Y cómo hiciste para conseguirlo?
Cuando llegué a Perú es cuando empezó todo. Me llamaron para un casting para El Gran Show. Me eligieron y, cuando salí, le gusté a Gisela, así que me llamaron para un segundo programa. Y así, poco a poco los productores me fueron llamando para Mi amor el Wachiman 3, Al Fondo Hay Sitio y Ven, Baila, Quinceañera.

No eres la primera niña en el mundo que ve televisión y dice “yo quiero salir ahí”. Pero a ti sí que se te cumple todo lo que quieres…. ¿Por qué crees que te pasan esas cosas?
Yo le rezo a Diosito y creo que él me da la oportunidad, pero yo también me esfuerzo. Por eso, le digo a los niños que si quieren ser actores deben estudiar, meterse a un taller y así, cuando estén listos ir a castings. Y si no los eligen, pues van a otros. Tienen que tener en cuenta que según cada historia los productores buscarán un tipo de perfil. A veces, buscarán una niña lacia de pequitas como yo, otras veces preferirán una morenita con rulos. Así es la actuación. Pero lo importante es que nunca se den por vencidos porque esforzándose todo se cumple en esta vida, todo.

¿Qué sentiste al verte en la pantalla grande, en Margarita?
Fue algo espectacularmente pero espectacularmente impresionante y hermoso. Me puse un poquito nerviosa. Se siente raro ver mi cara tan grande. Raro pero hermoso, es algo único.

Has tenido que interpretar personajes y escenas difíciles ¿cómo haces?
Uno de los más fuertes fue Margarita, porque es una niña que está triste porque sus padres son separados. Para hacer ese papel vi videos y, a veces, iba a las casas de unos amigos que sus padres están separados y trataba de que me contaran sobre eso sin hacerlos llorar. Y bueno, otro personaje difícil fue Cinthia en Ven, Baila, Quinceañera. Era una niña con leucemia y fue muy duro. Para hacer ese papel vi a niños con leucemia y fue muy triste… no es fácil.

¿Sientes que ayudas a niños que están en la misma situación que los personajes que interpretas?
Sí. Por ejemplo Margarita tiene un mensaje muy positivo, para los padres también. Muchas parejas cuando se separan terminan mal, ponen a los hijos en el medio y eso les afecta. Yo creo que los padres deberían terminar una relación bien, siendo amigos. Y bueno, esta película es un ejemplo de esto.
Te cuento que una día que mi papá fue al cine a ver Margarita, cuando terminó la película, vio a un señor que le agarró la mano a la señora que había ido con él y le dijo: “Ahora tenemos que afrontar nuestros errores por nuestro hijo”. ¡Y yo no puedo creer que la película haya logrado eso! ¡Fue conmovedor!

Y bueno, ahora viene la pregunta que se le suele hacer a los niños: ¿Qué es lo que quieres hacer cuando seas grande?
Yo, la verdad, quiero actuar toda mi vida. Pero también, me quisiera dedicar a entrevistar actores. Es divertido conocer a las personas y aprender de ellas. También, quiero meterme en clases de arte porque me gusta mucho eso. ¡Ah! Y me encantan las fotos… quiero ser fotógrafa. ¡Me gusta todo!

Fotos: Renzo Díaz
Styling: Fiorella Milla & Steffani Rojas
Maquillaje y peinado: Chio Vasquez
Ropa: PRIVAT Kids
Un agradecimiento especial a: Chameleon Tide