Canciones para sentir, compartir y sanar
Nuria Saba nos entrega una parte de su alma en "Niña Ojos Púrpura", su primer disco de onda folk
Gracias a su innegable talento y mucho trabajo, Nuria Saba, a sus 22 años, ha logrado lanzar su primer disco “Niña ojos púrpura”. En esta primera producción, la cantautora peruana dedica 9 canciones a quienes, al igual que ella, quieren “sentir, compartir y sanar”.
Nuria, vienes de una familia de artistas. ¿Alguien influyó en tu decisión de dedicarte a la música o fue una elección que se dio de manera natural?
Cuando tenía seis años, el hermano menor de mi mamá, que es compositor, vino de Holanda y se quedó en mi casa. Él tenía que crear la música para una obra de teatro, así que empezó a trabajar con el piano. Yo me quedé fascinada y le pedí a mi mamá que me regalara un piano por mi cumpleaños. Como no entendía la disciplina que el instrumento exigía, al poco tiempo me saturé, pero ella insistió en que siguiera. A los 12 años dejé las clases, pero fue justo en el momento en que paré, que empecé a crear mis propias canciones.
¿Recuerdas algún momento en especial en el que sentiste que la música era lo tuyo?
Cuando tenía unos 12 años, vi por televisión un concierto de Robbie Williams. Cuando él apuntó el micrófono hacia el público, esa masa gigantesca de personas comenzó a cantar y compartir la misma energía. Fue como una pausa en el mundo, solo existía ese momento y todos estaban comprometidos a vivirlo. Me pareció poderoso que la música logre que las personas paren sus vidas para conectar con las demás.
¿Quiénes son tus referentes y fuentes de inspiración?
Son muy variadas. Silvio Rodríguez, Violeta Parra y Mercedes Sosa, por ejemplo. También, me encantaba Shakira cuando empezó y Alejandro Sanz. Ahora, me inspira mucho Residente, Silvina Estrada, Jorge Drexler y Perotá Chingó. En inglés, me gusta Leon Bridges, Amy Winehouse y Bob Dylan. Lo que siempre me ha llamado la atención de las canciones es su contenido. Hay músicos para quienes es más importante los arreglos musicales y armonías, pero para mí, una buena letra es indispensable.
¿Qué pasión descubriste primero: cantar o escribir música?
Empecé cantando. Sucedió de una manera muy natural. Mi mamá siempre cuenta que yo jugaba cantando y algunas madrugadas me pasaba a su cama y, como no podía dormir, cantaba a viva voz.
Dices que a través de tus composiciones buscas que la gente sienta, comparta y sane. ¿Es lo que te sucedió a ti al hacerlas?, ¿Te tuviste que enfrentar a tus sentimientos, analizarlos y luego soltarlos?
Creo que el arte en general nos hace parar. Sea para leer un libro, escuchar una canción, ver una obra de teatro o una pintura, esa pausa para mí es crucial, es una burbuja en el tiempo que nos permite, por un segundo, mirar. Lo que busco es conectar, de la forma que sea pero conectar. No sé si logre curar a alguien, esa es una responsabilidad gigantesca, pero, al menos, espero que se sientan acompañados. En lo personal, lo que me sucedió al componer, más que enfrentar mis sentimientos, fue botarlos, porque no los analizaba tanto. Cada vez que tenía el corazón roto, tenía que ir al piano a botar lo que sentía, lo mismo pasaba con una situación feliz. Es una forma de hablar.
¿El arte puede ayudar a sanar a las personas?
Cómo el arte puede tocar a cada uno es algo muy personal. Pero, en mi opinión, el arte te da la posibilidad de ponerte en el lugar del otro, de desarrollar la compasión, que es esencial para el crecimiento del ser humano. También, creo que el arte acompaña y ayuda a que no te sientas tan solo.
¿Animarías a otros jóvenes con inquietudes artísticas a usar el arte como herramienta para expresarse y desarrollarse?
Totalmente, es un camino hermoso. A veces asusta y es difícil, pero creo que eso significa que vale la pena. Si no te diera miedo hacerlo significa que lo que tienes entre las manos no importa. Hay que arriesgar y no tener miedo a la entrega, a cualquier edad, no solo siendo jóvenes.
“Niña Ojos Purpura” es una canción que ofrece inspiración y aliento para enfrentar una vida que a veces no es fácil de entender, pero que siempre se puede vivir “yendo despacio, pero yendo de pie”. ¿Por qué dices que te representa totalmente?
La canción habla sobre alguien a quien que le cuesta pertenecer a este mundo. A mí siempre me costó pertenecer al mundo y entender las cosas. Creo que hay muchas personas que se sienten extrañas e incomprendidas, así que Niña Ojos Púrpura es una pequeña oda a esa rareza. También, habla sobre sanar, enfrentar nuestros propios demonios y nuestras propias heridas. Saber mirarlas y entregarnos a ellas sin miedo para poder salir después.
¿Cuál es el siguiente paso?
Seguir conectando. Queremos hacer en algún momento un viaje por distintos lugares del Perú para mostrar el disco. También, participar en festivales nacionales e internacionales. Poco a poco, no todo a la vez, pero sí seguir creciendo.
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