“Debemos construir un país mejor para las futuras generaciones. Ayudar a cambiar la vida de un niño es la mejor inversión”, dice Pío Rosell, Gerente General de Diners Club Perú, empresa que desde hace más de diez años tiene una alianza con Operación Sonrisa, institución internacional que ha realizado en nuestro país más de 6100 cirugías a pacientes que sufren de labio fisurado y paladar hendido.

“Para quienes han nacido con labio fisurado y paladar hendido, conversar, hacer una carrera, tener enamorado, desarrollar su vida es prácticamente imposible. Pero, con el apoyo de la empresa privada y de todos nosotros podemos realizar estas operaciones que causan gran impacto en la vida de los niños y les permite integrarse a la sociedad y conseguir lo que quieran”, agrega.
Por eso, Diners Club Internacional creó Dine for Change, una serie de cenas inolvidables que se están realizando en Latinoamérica que brindan a sus socios la oportunidad de disfrutar de una experiencia gastronómica única, pues reúnen en un solo evento a los chefs más reconocidos del mundo y, a la vez, les da la oportunidad de aportar a una gran causa, pues todo lo recaudado en la cena servirá para regalarle una sonrisa a más niños.

Valeria Piazza, Miss Perú 2016 y embajadora de Diners Club y Operación Sonrisa, cuenta: “Mi primer viaje como Miss Perú fue para apoyar a los niños con paladar hendido y, realmente, no sabía todo lo que significaba esta ayuda para ellos. Puede parecer que esto es un problema estético pero, en realidad, los niños que lo tienen no pueden comer ni desarrollarse bien. Después de vivir esta experiencia, ir a las operaciones y al postoperatorio, me di cuenta de cómo cambia la vida no solo del niño, también de toda su familia.Operación sonrisa cambia vidas”.

En nuestro país, la segunda edición de Dine for Change reunió a los chefs peruanos Mitsuharu “Micha” Tsumura y Jorge Muñoz, y al chef brasilero Iván Ralston, quienes unieron talentos en los fogones de Astrid & Gastón y preparon un menú de 11 pasos, especial para la ocasión.

Jorge Muñoz, chef de Astrid & Gastón, preparó un cuy pekín, una carapulcra de concha rayada y un tapadito norteño. Micha, el líder detrás de Maido, reelegido hace pocas semanas como el mejor restaurante de América Latina en la gala Latin America’s 50 Best Restaurants 2019, hizo un tartar de toro con crema de erizos y un sudado de bacalao, e Iván Ralston, la mente creativa del restaurante brasilero Tuju, reconocido por su rescate de los sabores tradicionales de la cocina paulista bajo técnicas vanguardistas, preparó un arroz caldoso de camarones y una almeja azul con coco, entre otros platos.

Los tres cocineros, lejos de ser competencia, se mantienen unidos por una gran amistad y preocupación por los problemas de la región. Ellos se mostraron satisfechos y felices por el protagonismo social que ha tomado la cocina, lo que les da la oportunidad de poder hacer felices a las personas no solo en restaurantes, sino en eventos como este.

“La cocina va más allá de tener un restaurante, de las estrellas y los premios. Tú no puedes hablar de un país con una gran comida si tienes hambre, desnutrición, tienes mucha gente con muchas necesidades. En otros países se da por hecho que la salud corre por cuenta del estado, pero ese no es el caso de Latinoamérica. Entonces, si eso no pasa, tenemos que aportar un granito de arena. Si todos hacemos lo mismo, vamos a poder notar la diferencia” dice Micha, que participa por cuarta vez en Dine for Change.

“Compartimos en Latinoamérica que nuestros países tienen mucha pobreza. Tienen mucha necesidad de ayuda y estos eventos llaman la atención de la gente sobre la necesidad de hacer un poco más. Todos debemos involucrarnos en causas sociales. La sociedad en general tiene que moverse para resolver los problemas a los que el estado no llega. Y si tú tienes una organización que es capaz de hacer eso, ¿por qué no?”, agrega Iván

Operación Sonrisa, además, viene trabajando de la mano de Diners Perú para sacar adelante el centro de atención integral para los pacientes de labio fisurado y paladar hendido. Porque estos niños necesitan, además de las operaciones, soporte emocional y nutricional, terapias de lenguaje y dentales.

Fotos: Javier Rivero