Que Rocío Roca Graña haya nacido un 28 de julio no es casualidad. Esta mujer emprendedora e incansable, lleva alrededor de una década haciendo felices a las personas con los sabores peruanos. Empezó en el rubro gastronómico con una cafetería, cuyo éxito le demostró que lo que ofrece es más que bien recibido por el público. Ahora tiene 2 cafeterías, 2 restaurantes y el entusiasmo suficiente para abrir una sanguchería y, en un futuro cercano, un restaurante en el extranjero.

Se puede decir que esta historia empezó allá por 1940. Cuando cocinar estaba bastante lejos de ser “cosa de hombres”, el bisabuelo de Rocío se metía a la cocina y daba rienda suelta a su sazón. La casa de Francisco Graña Reyes siempre estaba abierta para que los amigos disfruten de los sabores peruanos caseros. Y sí que lo hacían.

Esta tradición culinaria la heredó la rama masculina de la familia. “Mi abuelo también cocinaba y a sus hijos también les gustaba todo lo que tenga que ver con la comida. Mi papá tuvo un restaurante y mi tío, Francisco Graña Aramburú, escribió un libro de cocina criolla peruana en el año 2001″, cuenta Rocío.

A ella, más que cocinar, lo que le gustaba era lo que pasaba después. “Yo siempre jugaba a la cocinita, pero lo que me gustaba era vender. Siempre me ha llamado la atención la parte del negocio”, cuenta. Así, con esfuerzo y perseverancia, el sueño de Rocío de rescatar las recetas de su familia y compartirlas con el público se fue concretando. Su secreto: creer en su proyecto y arriesgarse.

«¿Qué haces soñando sin hacer nada? Yo creo que uno tiene que dejar algo en esta vida. No es fácil. Las cosas cuestan y hay que edificarlas desde abajo para que perduren. Hacer empresa es difícil, hay que hacer sacrificios y tener paciencia», dice.

EL LUGAR
El primer local de Pikeos estuvo al lado del aeropuerto. Luego, surgió la oportunidad de trasladarlo dentro del Jorge Chávez. Ya ha cumplido 5 años ahí y acaban de ganar la licitación para quedarse 5 años más, para felicidad de todo el que esté saliendo o llegando a Lima. Pikeos del aeropuerto es famoso por sus desayunos, perfectos para quienes extrañaron o extrañarán por un tiempo la sazón peruana.

Mientras se asentaba Pikeos del aeropuerto, Rocío soñaba con el de Barranco. Siempre quiso estar en ese distrito por su onda bohemia y porque en ese restaurante podría ofrecer platos que, por temas logísticos, no puede ofrecer en el del aeropuerto.

Pikeos Barranco se cocinó a fuego lento. Solo encontrar local tomó 2 años. Luego, fue decorado poniendo mucha atención a los detalles. El resultado: un ambiente cálido, ideal para disfrutar de un gran almuerzo o cena o tomar un trago (o dos).

LA COMIDA
Rocío ha logrado hacerle honor a la tradición familiar creando platos de comida criolla casera, pero con un toque moderno. Ella tuvo la idea inicial de la carta de Pikeos y recurrió a consultoras para que le ayuden a lograr esos sabores que están en su corazón.

«Crear los platos ha demorado como un año. Tomó tiempo hacer las pruebas para que salgan bien, para conseguir esos sabores que traigo de mi familia… Siempre la base es la comida criolla pero vamos viendo cómo podemos innovar para ofrecer cosas diferentes», cuenta.

Pikeos ofrece comida hecha con amor, para que quienes lo visiten sientan como si estuvieran en su casa. En el local de Barranco hay platos que solo se pueden encontrar ahí, como el Ají relleno o las hamburguesitas (porque claro, también hay que tener alternativas para esos turistas que no se animan a probar los sabores peruanos). ¿Las estrellas de la carta? Hasta ahora, lo más pedido es el Tartare de atún con patacones y el Arroz con pato.

Los postres son el fin de fiesta perfecto. Los clásicos Tocinillo de cielo, Suspiro de Limeña, Arroz con leche almendrado y Pastelitos de yuca rellenos de dulce de camote y bañados en miel de frutas, son solo algunas de las deliciosas opciones de la carta.

Y para quienes quieran celebrar, hay 5 cocteles de la casa: Mama Paula, Jack Ahumado, Zapateo, Exotic Lychee y Pikeo´s Ancestral y una carta con chilcanos y macerados. Información importante: hay Happy hour todos los días.

«En Pikeos damos amor y felicidad. Muchos turistas vienen a probar la comida peruana y se van contentos. A los peruanos también les encanta», dice Rocío.

Si estás en Barranco (o no) y buscas un lugar para disfrutar de un buen momento con la familia, los amigos o contigo mismo, Pikeos es una excelente opción.

Atención: Lunes, martes y miércoles del mediodía a las 4:00 p.m. y de 7:00 a 11 p.m. Jueves, viernes y sábado desde el mediodía hasta las 2:00 a.m. Domingos del mediodía hasta las 5:00 p.m.

Facebook: Restaurante Pikeos