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    Protagonista

    «Debemos hablar del suicidio»

    Álvaro Valdivia, psicólogo clínico, suicidólogo y educador, tiene como misión dar esperanza a quienes consideran terminar con su vida y a los sobrevivientes a pérdida por suicidio

    Según la Organización Mundial de la Salud casi un millón de personas se suicidan cada año. Cada día, 30 mil personas intentan terminar con su vida y de ellas 3 mil lo consiguen.

    A pesar de estas cifras alarmantes, en Perú no existe mayor información sobre el comportamiento suicida, menos aún existen centros de ayuda para quienes ven como una opción quitarse la vida. Felizmente, Álvaro Valdivia, psicólogo clínico, suicidólogo y educador ha decido terminar con la ignorancia sobre el tema y dar esperanza a quienes sufren.

    Álvaro ha escrito dos libros: “Suicidología. Prevención, tratamiento psicológico e investigación de procesos suicidas” y “Retos clínicos y sociales del suicidólogo”. Además, abrió las puertas de Sentido: Centro Peruano de Suicidología y Prevención del suicidio con el objetivo de prevenir conductas autoagresivas y promover la salud mental en la población peruana. También, reducir el estigma alrededor del suicidio y enfatizar la posibilidad realista de predicción y prevención. Conversamos con él sobre este tema para que no explique qué podemos y debemos hacer desde  nuestra posición.

    Últimamente, personas muy conocidas y que aparentemente “lo tenían todo”  decidieron terminar con su vida. ¿Cuáles son las señales de un potencial  suicida que no deben pasar desapercibidas?
    Es difícil decirlo pues hay suicidios impulsivos y, así fueran planificados, no todos lo comunican por temor o vergüenza. En todo caso, hay que estar alerta a cambios de ánimo inesperados o cuando alguien está muy irritable o sumido en la desesperanza. También, cuando decide “finalizar” cosas y hacer su testamento, por ejemplo.

    Se dice que quien intenta suicidarse “quiere llamar la atención”, ¿qué tan cierto es esto?
    Es cierto en muchos casos, pero también es irrelevante, pues si alguien lo hace es porque está sufriendo. Una persona emocionalmente estable no llama la atención con un intento de suicidio. Podría decir que es mejor que llame la atención pues así se le puede ayudar. Peor es que no lo diga a nadie y se quite la vida sin que alguien pueda intervenir.

    ¿Las personas que deciden terminar con su vida necesariamente tienen un desorden mental?
    No. Existen casos de suicidios impulsivos que no se relacionan con diagnósticos psicológicos. No obstante, un gran porcentaje de la población sí.

    ¿Cuáles son las principales causas del suicidio?
    El suicidio es multicausal, tiene muchas causes y varía de persona en persona. En todo caso, los factores de riesgo agudos más relevantes son: predisposición genética combinada con familia disfuncional, intentos previos de suicidio, consumo de alcohol (especialmente en hombres), algunos diagnósticos como: desregulación emocional, desesperanza, trastornos del ánimo, etc. Ansiedad extrema y agitación psicomotriz: estos dos síntomas son particularmente riesgosos pues son los que suelen aparecer antes del intento.

    ¿Por qué el suicido sigue siendo un tema tabú?
    Porque no es comprendido y porque no se habla abiertamente sobre ello. El problema no es el suicidio, sino la invisibilidad que le da la sociedad.

    Además de invisibilidad, podríamos hablar de insensibilidad hacia las personas suicidas. Es alarmante cómo los medios abordan este tema. ¿Qué podemos hacer frente al morbo, la invasión a la privacidad, la falta de respeto hacia el dolor del otro?
    Los medios invaden el espacio personal y evidencian crueldad hacia el sufrimiento. La OMS muestra lineamientos específicos de cómo se debe narrar la ocurrencia de un intento de suicidio o suicidio consumado en la TV pero los periodistas no lo respetan. El tema no es decirles “qué hacer”, sino hacer que despierte en ellos la motivación propia por el respeto al sufrimiento y a la empatía. Sin eso, nada se puede hacer.

    ¿Las redes sociales son contraproducentes?
    Muchísimo. Generan morbo y contagio psicológico, además de la crueldad con la que las personas comentan “porque tienen libertad de expresión” sobre algo que no comprenden y de quienes no conocen. Se debería focalizar en la ayuda y no en la estigmatización.

    ¿Cuál debería ser el papel de la sociedad?, ¿Y de los medios de comunicación?
    Respetar y ofrecer ayuda. No importa si “no lo entiendes”, basta con que identifiques riesgo para ofrecer ayuda. Lo mejor que se puede hacer es escuchar sin juzgar y luego derivar a un profesional.

    Sentido VIAN MAGAZINE

    Hablemos de los afectados directos.  Si afrontar la muerte de un ser querido es difícil, ¿qué pasa cuando fue ese ser querido el que terminó con su vida?, ¿Cómo es este tipo de duelo?
    La problemática en la muerte por suicidio es que es algo que no se espera y, por ello, genera un shock inicial muy difícil de superar en el corto plazo. Además, los sobrevivientes a pérdida por suicidio desarrollan un proceso de duelo muy duro, ya que no solamente enfrentan la pérdida en sí, sino también la modalidad de la muerte y la incomprensión y juicio de la sociedad. Todo esto genera incertidumbre, culpa, cólera, vergüenza, tristeza, incomprensión y, también, riesgo suicida.

    Esta mezcla de emociones que sienten los sobrevivientes a pérdida por suicidio es muy difícil de sobrellevar. ¿Cómo pueden manejarse estos sentimientos?
    La rabia hacia quien se fue y la ansiedad ante lo sucedido y ante la duda de si otro miembro de la familia optará por el suicidio son normales considerando lo que pasó. Lo primero que se debe hacer es respetar y validar lo que sienten, dejarlos expresarse, escucharlos y apoyarlos en el proceso de regulación de sus emociones. Esto es algo que suele demorar un tiempo relativamente prolongado.

    Eres el fundador de Sentido: Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio. ¿Cómo nació la idea?
    Nació hace años con el propósito de traer al Perú lo que yo aprendí en mi experiencia profesional y en mis estudios de maestría en salud pública. Específicamente en prevención del suicidio en la universidad Karolinska Intitutet de Estocolmo, Suecia.
    Mi objetivo es ayudar a quienes consideran el suicidio como una posibilidad, concientizar a la población y educarla, hacer investigación y entrenar a futuros profesionales. Actualmente, contamos con la primera escuela de formación en suicidología y prevención del suicidio y el próximo año se graduará la primera promoción de suicidólogos del Perú.

    ¿Qué es suicidología y prevención del suicidio?
    Es la ciencia que estudia el proceso suicida individual y grupal y las conductas asociadas a este en la población general. Busca prevenir el suicidio en las diferentes áreas en las que se trabaja.

    ¿Qué hace un suicidólogo?
    Atiende a pacientes suicidas, familiares y sobrevivientes a pérdida; desarrolla programas de prevención del suicidio con evidencia científica en comunidades, investiga y publica artículos científicos en suicidología y capacita a otros profesionales en suicidología.

    ¿Qué es el programa de apoyo en el duelo?
    Es un programa gratuito dirigido a personas que han perdido a un ser querido por suicidio. Somos, al menos, dos psicólogos que moderamos las sesiones. El programa no se configura como terapia grupal, sino como grupo de auto ayuda. Por ello, lo valioso es que cada uno comparte sus experiencias y todos se sienten acogidos al estar con personas que comprenden realmente lo que les ha sucedido.

    Mayor información en su página de Facebook: Sentido

    Por Sandra Roncagliolo

    martes 26 de junio, 2018