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    Protagonista

    Juguetes que cuidan el planeta

    Marie Jeanjean combinó aficiones e intereses para fundar Circula, empresa social que promueve la economía circular y da una nueva oportunidad a los juguetes en desuso.

    Desde pequeña, Marie Jeanjean aprendió de su mamá, que es funcionaria pública y trabaja en temas de salud, la importancia de buscar un objetivo superior en pro del bien común. Y, al mismo tiempo, vio a su papá sacar adelante su agencia de diseño industrial y un proyecto en el sector turismo, por lo que el emprendimiento es algo que lleva en la sangre.

    Se formó como politóloga en Francia, el país que la vio nacer, y tiene una maestría en desarrollo sostenible. Cuando se convirtió en mamá empezó a aplicar lo aprendido también en su hogar, y su interés por el cuidado del medio ambiente y el bienestar social se tradujo en sus patrones de consumo. Le empezó a llamar la atención cómo muchos padres no se limitan a comprar lo necesario para sus hijos, sino que si sale al mercado algo nuevo o mejor, lo deben tener.

    Los niños reciben juguetes que cuestan mucho y no duran mucho, y no solo por sus cumpleaños.  Y cuando son desechados, terminan en el mar. Y aunque a Marie le encantan los juguetes, nunca le gustó “comprar los de plástico que vienen en embalaje de plástico y están en una tienda donde hay miles iguales”. Lo que esta apasionada del reciclaje realmente disfruta es entretenerse en los mercados de pulgas y las tiendas de segunda mano buscando objetos que le gusten para llevarlos a su casa y darles una nueva oportunidad.

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    Más impacto social, menos impacto ambiental
    Marie llegó a nuestro país en el 2012 para casarse con su novio peruano y trabajar en proyectos de desarrollo sostenible relacionados con el medio ambiente. Estuvo 7 años en la ONU, entre la FAO (Food and Agriculture Organization), organismo especializado que dirige las actividades internacionales encaminadas a erradicar el hambre y la OIT (Organización Internacional para el Trabajo), donde analizó cómo el cambio climático afecta a los empleos y cómo la transición a esa economía verde puede generar beneficios sociales y económicos, además de ambientales.

    Aunque la organización le dio horario flexible cuando tuvo a sus hijas y pudo encontrar el equilibrio entre su vida familiar y sus responsabilidades laborales, decidió lanzarse y empezar algo por su cuenta. ¿La razón? Quería que su trabajo genere más impacto, pues sabemos bien que tratar de cambiar políticas y fortalecer servicios o instituciones en el estado puede tomar años.

    “Mientras desarrollaba mi carrera en la ONU pensaba en qué pasaría si hago una empresa que busque cambiar comportamientos para lograr un desarrollo más sostenible. Aunque estoy empezando algo muy micro, pienso que esto puede tener más impacto. Lo que hacía era a otro nivel. Se trata de cambiar políticas y la política cambia cuando la persona que ocupa el asiento en el congreso o en la presidencia cambia. Entonces, es complicado”, cuenta.

    Uniendo las piezas
    La decisión de emprender estaba tomada, ahora Marie tenía que elegir a qué dedicarse. Tuvo varias oportunidades de negocio pero ninguna le terminó de convencer. Se le presentó la opción de vender productos franceses hechos con materias orgánicas, por ejemplo, pero más que importar algo, a ella le interesaba crear valor acá y aprovechar “el talento artesanal y la capacidad de producir cosas bellas”.

    Fue así que buscando qué hacer y casi sin darse cuenta, mezclando aficiones e intereses le fue dando forma a Circula, un sistema de reciclaje y recuperación de juguetes. Marie convertiría el pasatiempo que tenía con sus hijas en un modelo de negocio.

    “Lo que quiero hacer con Circula es crear un círculo virtuoso de gente que dona cosas. Por ejemplo, yo dono lo que mis hijas ya no usan y, al mismo tiempo, me interesa comprar cosas de segunda mano. Entonces, Circula puede ser una plataforma para poder dejar lo que no uso y acceder a una selección de juguetes que han sido cuidados, limpiados, arreglados en un taller», dice.

    Para ello, se inspiró en dos modelos: Rejoué, una organización francesa que emplea personas en reinserción social para reparar juguetes en desuso que después venden en tiendas propias a una fracción de su precio. Mientras dura su contrato, los trabajadores son acompañados por profesionales que los ayudan a pulir algún proyecto laboral que quieran desarrollar. En Perú existe Recidar, una empresa social que promueve la economía circular. Electrodomésticos, muebles, ropa y juguetes usados son puestos en valor en un taller y luego vendidos en un bazar social que ofrece la misma experiencia de compra de una tienda, solo que todo está a precios reducidos.

    Los fundadores de ambas empresas le dieron las pautas a Marie para que Circula inicie operaciones. “Sin mucho pensar ni darle vueltas ni escribir un plan de negocio completo empecé a desarrollar la idea y crear mi página. Hice un flyer que envié a mis amigas por WhatsApp y ellas se lo enviaron a sus contactos, para empezar a recolectar juguetes», cuenta.

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    Durante aproximadamente 5 meses, Marie logró recolectar unos 50 kilos de juguetes. Salía de Barranco en su bicicleta, cruzaba dos, tres y hasta cuatro distritos para recogerlos y ya en su casa los clasificaba, limpiaba y arreglaba. Los que ha descartado para este proyecto los tiene guardados, esperando que se pueda desarrollar alguna de las ideas que tiene para aprovecharlos. Mientras tanto, se ocupa de las dos unidades de negocio de Circula. Por un lado, están los juguetes recuperados y, por el otro, las Barbies recicladas, que tienen más valor agregado.

    Inspirada en unas Barbies que heredó de su mamá a las que su abuela les tejió chompitas y en Tree Change Dolls, un proyecto de una artista australiana que transforma las supermaquilladas muñecas Bratz y les da un look campestre, creó una colección con 6 Barbies que tenía. Las lavó, les puso un maquillaje más natural, les arregló el pelo, les tejió ropa y les puso unas falditas que fueron hechas con retazos de tela que le donó una empresa textil y bordadas por las artesanas de la asociación Talentos Artesanales.
    Circula VIAN 2Marie tiene claro que la confianza es muy importante al momento de la transacción comercial. Por eso, constituyó la empresa antes de iniciar las ventas, para poder entregar boletas. “Creo mucho en las empresas con fines sociales para generar valor en la comunidad pero para eso tienes que existir oficialmente. Soy Marie con su tallercito que está en su casa y va en su bicicleta a recolectar a juguetes, pero todo es formal y transparente”, dice.

    Y claro, al tratarse de objetos para niños la seguridad es pieza clave. Los juguetes deben estar impecables y funcionar bien. Para ello, hay que desarmarlos, limpiarlos minuciosamente con una fórmula ecológica, volverlos a armar, pegar las partes que están rotas, ponerles pilas nuevas, etc. Todo eso hace que el valor de venta a veces no llegue a cubrir al 100% los costos de producción, pero hay un camino largo por recorrer.
    Circula VIAN 3“Estoy muy al inicio del proyecto. Hasta ahora no he visto el modelo de negocio tal como lo tengo establecido, que genere un valor tal que pueda sostener un empleo, por ejemplo. Tiene que funcionar a nivel comercial pero, en realidad, mi idea es ir paso a paso. Primero estuve prototipando y testeando un poco el mercado a ver por dónde voy. Puede ser que en el futuro Circula como tal se transforme. Puede ser que lo de las Barbies salga con otro nombre u otra marca. No sé cómo va a seguir pero va a seguir. Este camino de emprendimiento me encanta y quiero que el consumo deje cada vez menos residuos», finaliza.

    En estos días que pasamos en casa, en los que nos damos más cuenta de qué es lo que realmente necesitamos, dejemos ir  lo que no usamos. Así ayudaremos a mantener el planeta tan lindo como se ha puesto en este periodo de confinamiento. Ya hemos visto que sí es posible.

    Pueden seguir a Circula en sus redes: Facebook e Instagram.
    Para programar el recojo gratuito de alguna donación de juguetes, muebles o artefactos a Recidar, pueden comunicarse vía WhatsApp al 946-095818. Mayor información en: www.recidar.pe.


    Por Sandra Roncagliolo

    lunes 18 de mayo, 2020